Fue la primera policía provincial de la República Argentina. En 1820, durante la gobernación del general Martín Rodríguez y por influencia de su ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores Bernardino Rivadavia, se modificaron los regímenes imperantes desde la época de la fundación. Con la supresión de los Cabildos se creaba la Justicia de Primera Instancia, los Jueces de Paz, y el empleo de Jefe de Policía y de comisarios para todo el territorio bonaerense. Con la designación de don Joaquín de Achaval para ocupar la flamante jefatura, Rivadavia creaba la Primera Policía de Seguridad del Estado en las Provincias Unidas del Río de la Plata. Sus reglamentos y estructuras orgánicas sirvieron en diversas ocasiones de modelo para la concreción de fuerzas policiales en otros países. Sus filas fueron integradas por hombres de la guerra, de las artes, de las ciencias, en el de la jurisprudencia y la investigación.
En la década de 1880, Argentina necesitaba consolidarse como nación. La provincia cedió su capital, la ciudad de Buenos Aires, para asiento de las autoridades federales. Y junto con el territorio, también entregaron los organismos administrativos, entre ellos las dependencias y personal policial que figuraban en el territorio cedido, conformándose además la Policía de la Capital. El viejo edificio aledaño al Cabildo, que desde los tiempos de Rivadavia había sido asiento del Departamento General de Policía, albergó por unos años más a los órganos conductivos de ambas policías: la de Ciudad de Buenos Aires recién creada y la de la Provincia ya existente. El viejo edificio aledaño al Cabildo, que desde los tiempos de Rivadavia había sido asiento del Departamento General de Policía, albergó por unos años más a los órganos conductivos de ambas policías: la de Ciudad de Buenos Aires recién creada y la de la Provincia ya existente. El 14 de enero de 1884, la sede central de la Policía de la Provincia se afincó en la ciudad de La Plata.
Allí, Juan Vucetich creó el Sistema Dactiloscópico Argentino adoptado por todo el mundo a propuesta de la Academia de Ciencias de París, luego que Vucetich recorriera el planeta comisionado por el gobierno y en representación de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Divulgó su obra en la mayoría de las capitales y fue creador de la primera cédula de identidad de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y otros países de Latinoamérica; creó y organizó la documentación de identidad en la república de China y su método fue copiado por la mayoría de las capitales europeas y asiáticas de esos tiempos. Creó el registro Provincial de la Personas; inspirador de la Ley de enrolamiento y régimen electoral; y pionero de una oficina internacional de policía, actual INTERPOL.
El tránsito de la institución por el siglo XX fue de crecimiento, adaptándose a los requerimientos cada vez mayores de la sociedad bonaerense, que proveía los medios para el desarrollo y modernización, a cambio de un servicio social y humano que iba más allá de la seguridad, como es el caso de las funciones de policía judicial. Durante un siglo la Policía de la Provincia tuvo a su cargo la instrucción de los sumarios judiciales bajo la supervisión de jueces que garantizaban la juridicidad.
Los Institutos de formación, como el Liceo Policial (en su momento, único en América), la Escuela de Cadetes Juan Vucetich y la Academia Superior fueron modelos de otras provincias y de países vecinos. Hoy, disuelta, la Escuela de Suboficiales y el Liceo Policial, permanece la Escuela Juan Vucetich.
Jefe de Policía: Villar, Javier Carlos. Comisario General (2023/12/11 - hasta la actualidad)
Noemí nació en la ciudad de La Plata, sus padres eran italianos y venía de una familia apasionada por el arte y la música. Desde chica se inclinó por la danza, la ópera y la pintura, estudió en el Liceo y en Bellas Artes y se recibió de profesora. Se dedicó al dibujo técnico y fue docente en escuelas industriales de La Plata y en el Astillero Río Santiago. En 1952 se casó con Rubén Ogando y tuvo dos hijos, Gustavo y Liliana. A Gustavo lo asesinaron las fuerzas conjuntas el 13 de mayo de 1977 cuando tenía 23 años, estaba casado con María Victoria Navajas Jáuregui, quien también fue desaparecida. Al no tener noticias, Noemí comenzó la búsqueda junto a su familia, mostrando sus fotos en los negocios de distintas localidades del conurbano. Un año y medio más tarde, en diciembre de 1978, en un almacén de Lomas de Zamora, dieron con vecinos que los reconocieron y pudieron dar testimonio de lo que había sucedido.
En el año 1978 Noemí se incorporó a Madres de Plaza de Mayo, del que fue parte hasta sus últimos días. Nunca recuperó el cuerpo de su hijo.
Gustavo Ogando nació en La Plata. Creció en una familia de clase media conformada por su padre, Ruben Tomás Ogando, docente y profesor de dibujo en diferentes escuelas; su madre, Noemí Gibello, también docente y profesora de dibujo de varias escuelas; y su hermana Liliana, dos años mas chica que él. Los estudios tanto primarios como secundarios fueron en colegios del Estado. La escuela primaria la cursó en la Escuela Anexa y la secundaria en el Colegio Nacional de la ciudad de La Plata. Deportista, jugó muchos años al voley en el club Gimnasia de La Plata y le gustaba mucho jugar al fútbol. De chico siempre fue muy protector, solidario, compañero y muy buen amigo. Siempre involucrado en solucionar los problemas de los demás para que pudieran estar mejor, en la salud, sentimientos y económicamente. Eso se fue profundizando cada vez más con las diferentes situaciones sociales vividas en esa época. Las experiencias durante los viajes que realizó lo impulsaron a querer involucrarse en política en forma directa. Comenzó entonces su militancia más activa cuando terminó el secundario e ingresó a la Facultad de Medicina en la ciudad de La Plata en el año 1973. Cursó medicina hasta tercer año mientras militaba en el PRT -ERP (Partido Revolucionario del Pueblo). En marzo de 1976 se casó con María Victoria Navajas Jauregui, quien fue su novia desde los 17 años. Ella también estudiaba Medicina y militaba en la misma agrupación. En junio de 1976 allanaron el departamento donde vivían en La Plata sin ser encontrados. Ante los hechos se fueron de la ciudad. Los encuentros con la familia se lograban a partir de llamados, generando citas por Buenos Aires, sin que la familia supiera dónde vivían realmente. En mayo de 1977, su madre tenía que encontrarse con ellos y no aparecieron. La familia esperó recibir alguna noticia sin suerte. Es a partir de ese momento que empezaron su búsqueda. Realizaron varias presentaciones de Hábeas corpus, siempre rechazados. Desde entonces la madre de Gustavo comenzó a reunirse con otras madres que estaban viviendo la misma situación y acudió a varias reuniones, integrada a Madres de Plaza de Mayo. En ese tiempo la familia realizó varios trámites esperando siempre que alguien les diera alguna noticia. En diciembre de 1978, a partir del cruce de datos que Gustavo había comentado sobre donde vivía, y mostrando la foto de ambos, Noemí y Liliana lograron identificar su departamento ubicado en Lomas de Zamora. Algunos vecinos les contaron que habían ido a buscarlos fuerzas conjuntas y que hubo muchos gases y tiros. Segúne estos testimonios, a María Victoria la sacaron del lugar herida y a Gustavo, muerto. Nadie notificó a la familia y tampoco lograron recuperar su cuerpo. Por personas que estuvieron detenidas-desaparecidas en el CCDyE "La Cacha", supieron que María Victoria estuvo allí en septiembre de 1977. Después no tuvieron más noticias. Su madre siguió reclamando por Gustavo, yendo a diferentes presentaciones y a la Plaza hasta que falleció en febrero de 2021.
En 1982, Guillermo era un un joven estudiante de la Facultad de Bellas Artes. El 19 de noviembre de 1982, se encontraba en el acto con motivo del Centenario de la Ciudad de La Plata al que asistió el dictador Reynaldo Bignone, y fotografió, sin saber quiénes eran esas mujeres, a las Madres de Plaza de Mayo en el instante que transformaron un acto oficial del gobierno militar en una denuncia contra las violaciones a los Derechos Humanos.
Después de la Declaración de la Independencia, el fracaso por establecer un poder central generó en 1820 el esfuerzo de las provincias por afirmarse como Estados autónomos. La autonomía de hecho se tradujo en autonomía de derecho, de provincias que ya no se correspondían con las amplias jurisdicciones determinadas por la Ordenanza de Intendentes de la administración borbónica, y emergían como sujetos políticos con epicentro en sus cabildos cabecera.
Entre las autoridades radicadas en Indias, el Cabildo adquirió a través de la costumbre, una relevancia superior a la que tenía en España. En el espacio que luego sería el territorio provincial funcionaban dos Cabildos, el Cabildo de Buenos Aires y el Cabildo de Luján. Después de 1810, siguió rigiendo la vida urbana a través de sus ordenanzas, conservó sus funciones de justicia y se convirtió en el núcleo constitutivo de las nuevas entidades políticas, siendo importante para la campaña como instancia de apelación de las causas atendidas por los alcaldes de hermandad.
En la medida que las provincias se erigieron en entidades autónomas, para legitimar su poder debían establecer la división de poderes, lo que fue realizado con distintos matices y solidez jurídica. El objetivo era monopolizar el poder público, participando de una idea imperativa del derecho que reservaba la producción de las leyes a legislaturas unicamerales, encargadas de nombrar al Poder Ejecutivo, que tenía capacidad normativa. La construcción de los poderes ejecutivo y legislativo fue pasando por diversas instancias buscando lograr un equilibrio de poder; para lo cual era indispensable establecer atribuciones y límites de quienes dictaban las leyes, las ejecutaban y las aplicaban. Al no establecer estas pautas en un texto constitucional, cada cuestión debía ser cuidadosamente legislada para lograr la institucionalización del poder, lo que llevó a que la Sala de Representantes ocupara un lugar central cimentado en la pública deliberación donde se negociaban las decisiones políticas tomadas por el Gobierno.
Este proceso comenzó en Buenos Aires el 11 de febrero de 1820, cuando el Cabildo asumió el mando de la ciudad, su territorio rural convocó al vecindario a Cabildo abierto y se formó el 16 del mismo mes la Honorable Junta de Representantes, que al día siguiente designó gobernador a Manuel de Sarratea. La construcción de un Estado autónomo republicano requería de los tres poderes de cuya constitución, deslinde y equilibrio dependía la libertad civil e implicaba el enfrentamiento de la Junta de Representantes y el Gobernador con el Cabildo, generado por las múltiples facciones en pugna y orientado a controlar el poder provincial.
En este proceso, el Cabildo debía ser suprimido no solamente por la superposición de jurisdicciones, sino también porque su sustancia histórica lo hacía incompatible con un régimen representativo con equilibrio de poderes. Ese era el objetivo de la ley promulgada el 24 de diciembre de 1821, que, redactada para eliminar los cabildos, fue el fundamento institucional del primer ensayo de organización judicial como parte del embrionario Poder Judicial de un Estado en construcción, definiendo la participación de jueces legos y letrados en la administración de Justicia. (...) La ley finalmente acordada tenía doce artículos. El 1° suprimía los cabildos hasta que la representación creyera oportuno establecer la ley general de Municipalidades. Del artículo 2° al 9° se organizaba la nueva administración de justicia y del 10° al 12° la policía. La justicia ordinaria sería administrada por cinco jueces letrados de primera instancia, dos en la capital y tres en la campaña, con una dotación diferenciada. Las atribuciones, hasta la sanción de los códigos, serían las de los alcaldes ordinarios.
Hasta que se contara con un padrón y un plano topográfico, la jurisdicción de cada juez del territorio rural sería determinada por el Gobierno, que resolvió por decretos de 1822 dividirlo con los cursos de agua en primer departamento con sede en San Vicente (Chascomús), segundo en la Villa de Luján y tercero en San Nicolás (Arrecifes). Completaba la estructura judicial el Defensor de Pobres y Menores y el Procurador General, ambos letrados. En la ciudad los jueces se establecían por parroquia y en la campaña según considerara el gobierno. Sus atribuciones, hasta la sanción de los Códigos, eran juzgar en las demandas que las leyes y práctica vigente declarara verbales; arbitrar en las diferencias y en la campaña las de los alcaldes de hermandad. Los juzgados de campaña tuvieron corta vida y la justicia de primera instancia quedó solo en Buenos Aires con dos jueces civiles y dos criminales para atender toda la provincia. Ante la imprecisión sobre las antiguas atribuciones de los alcaldes de hermandad, que pasaban al nuevo juez local, y cuáles al comisario, la policía tuvo una vida azarosa hasta que, en 1831, el juez de paz asumió las funciones policiales y el 17 de febrero el Gobierno acordó que los jueces de paz cobraran el salario de los comisarios. Esta situación se mantuvo hasta la creación de la Policía de la Provincia en 1880, pero con la paulatina creación de comisarías en puntos de frontera.
Ante la falta de una organización municipal los jueces de paz acumularon numerosas y diversas funciones de gobierno y policiales. A esto se sumaba la estrecha relación entre el nombramiento de un juez de paz, el avance de la frontera y la conformación del mapa judicial, pues era una decisión que seguía estando ligada, como había ocurrido con los alcaldes de hermandad, a la configuración administrativa y política del territorio de un partido, aún sin tener el juez un pueblo en el cual establecer el juzgado.
En estos años, la persistencia de normas y procedimientos judiciales no invalidan las formulaciones novedosas que generaron cambios en la cultura jurídica en un largo proceso, que, iniciado en 1820, tuvo una primera etapa marcada por un breve ensayo de instalar jueces legos y jueces letrados en todo el espacio poblado.
En 1826 Buenos Aires fue declarada capital del poder nacional recientemente creado, medida que diezmó el poder económico de la provincia y suprimió las instituciones organizadas en 1821 y la Sala de Representantes. Después del fracaso de este proyecto se buscó la reorganización de la provincia, pero sobre la base político-jurídica que Rivadavia había dejado.
El intento descentralizador de la administración de justicia quedó latente y se concretó en 1853. A partir de allí la preocupación sobre la administración de justicia giró en torno a la organización y atribuciones jurisdiccionales y de gobierno del más alto tribunal, la descentralización judicial, la formación técnica de los magistrados, la fundamentación legal de las sentencias y la codificación.
Buenos Aires no juró la Constitución Nacional hasta 1860, pero sancionó su propia Constitución en 1854, en la que declaraba que el Poder Judicial, encabezado por el Superior Tribunal de Justicia, sería independiente de todo otro en el ejercicio de sus funciones. La Constitución de 1873 le otorgó al Poder Judicial una nueva organización que hundía sus raíces en el pasado institucional a la vez que creaba la Suprema Corte de Justicia, instalada en 1875. En 1884 las autoridades provinciales debieron trasladarse a la nueva capital, la ciudad de La Plata; y en 1886 la Suprema Corte se instaló definitivamente en la Casa de Justicia.
En la actualidad, la Suprema Corte de Justicia está integrada por:
Soria, Daniel Fernando - Presidente
Kogan, Hilda - Vicepresidenta
Torres, Sergio gabriel - Ministro
Conte Grand, Julio Marcelo, - Procurador General
"El Archivo Nacional de la Memoria es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Fue creado por Decreto 1.259/2003 del 16 de diciembre de 2003, firmado por el entonces Presidente Néstor Kirchner, con el objeto obtener, analizar, clasificar, duplicar, digitalizar y archivar informaciones, testimonios y documentos sobre el quebrantamiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales en que esté comprometida la responsabilidad del Estado Argentino y sobre la respuesta social e institucional ante esas violaciones. En ese decreto se le otorgó “carácter intangible al material testimonial, documental e informativo que integre el Archivo Nacional de la Memoria, por lo que el mismo deberá conservarse sin cambios que alteren las informaciones, testimonios y documentos custodiados”.
En 2003 el ANM comenzó a funcionar con un plantel pequeño en diversas oficinas y edificios gubernamentales. Ese mismo año, el Congreso de la Nación declaró nulas las leyes de Punto final y Obediencia Debida y dos años más tarde la Corte Suprema de Justicia de la Nación se manifestó en la misma dirección al indicar la inconstitucionalidad de las mismas. Las causas por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar de 1976 a 1983 que habían quedado frenadas comenzaron a abrirse nuevamente.
Por otra parte, la nueva orientación en materia de derechos humanos promovió la recuperación de la Escuela de Mecánica de la Armada. El 19 de marzo de 2004, el presidente Kirchner realizó una visita al Casino de Oficiales de la ESMA con un nutrido grupo de sobrevivientes que ingresaban por primera vez después de 20 años. El día 24, se llevó a cabo un acto en el predio donde el titular del Poder Ejecutivo Nacional y Aníbal Ibarra, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, firmaron un Acta Acuerdo donde se comprometía el desalojo por parte de la Armada y la creación de un espacio para la memoria y la promoción y defensa de los derechos humanos. También quedó conformada una Comisión bipartita integrada por representantes de las Secretarías de Derechos Humanos de la Ciudad y la Nación, encargada de la supervisión de la entrega del predio por parte de la Marina. Dicha Comisión inicialmente estuvo a cargo de las tareas que hacían a la planificación y uso del espacio como sitio de memoria. Posteriormente, hacia fines de 2005, la recopilación de materiales y la producción de contenidos destinados a transmitir lo ocurrido durante la dictadura recayeron sobre una Comisión ad hoc.
La inminente recuperación de la ESMA habilitó un intercambio entre distintos actores, y convocó a los organismos de derechos humanos para articular sus propuestas. Finalmente, se definió que la totalidad del predio quedaría disponible para el espacio de memoria tal como solicitaron los organismos de derechos humanos. La Armada, entonces, fue desalojando los edificios por tramos, y las últimas instituciones navales se retiraron en septiembre de 2007. Desde entonces se dispuso la apertura al público en general. El 30 de noviembre de ese mismo año se sancionó la ley de creación del Ente Público Espacio para la Memoria y Promoción y Defensa de los Derechos Humanos como organización inter-jurisdiccional destinada a la definición y ejecución de políticas públicas de memoria en la ex ESMA. La misma sería presidida por un Órgano Ejecutivo integrado por un representante del Poder Ejecutivo Nacional, uno del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y un tercero en nombre del Directorio que nucleara a los organismos de derechos humanos. También se dispuso la creación de un consejo asesor conformado por los sobrevivientes de la ESMA que estuvieran dispuestos a participar.
Con la recuperación de la ESMA, en el año 2007 el Archivo Nacional de la Memoria instaló sus oficinas y dependencias en los edificios que había ocupado la Escuela de Guerra Naval, espacio donde funciona hasta la actualidad. Cuatro años después se añadió como espacio de guarda permanente de fondos la ex Panadería, edificio contiguo que fue rediseñado y modificado con el objeto de recibir los documentos de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP). Otro acontecimiento importante ese año fue la creación de la Coordinación de Investigaciones Históricas y la Dirección de Gestión de Fondos Audiovisuales dentro de la Dirección Nacional de Gestión de Fondos Documentales.
Desde su creación, el ANM ha ampliado permanentemente su acervo a partir de la recepción de diversos agrupamientos documentales por donación o transferencia. Asimismo, ha incorporado personal para los distintos procesos involucrados en la gestión de su documentación. Los equipos del Archivo han ofrecido y ofrecen, a su vez, capacitaciones a otras instituciones de todo el país, así como intercambios de experiencias mediante convenios y acuerdos de colaboración con entidades de carácter local, provincial, nacional e internacional, tanto del ámbito público como de la esfera privada.
En el año 2005 el ANM firmó un acuerdo marco de colaboración con la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA). En este marco, por medio de un convenio específico celebrado en el 2008 comenzó a funcionar en este espacio la Fototeca de la Asociación. Este Archivo sistematiza, preserva y pone a la consulta online documentos fotoperiodísticos que registran importantes acontecimientos de la historia política, social y cultural de nuestro país y el Cono Sur.
En relación al plano internacional, el ANM tiene un papel central en diversas instancias de articulación con otras instituciones archivísticas coordinadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores, para la sistematización y el intercambio de información sobre graves violaciones a los derechos humanos con otros países de la región, así como para la gestión y el seguimiento de desclasificaciones de documentos referidos a la Argentina obrantes en el extranjero.
Asimismo, el Archivo ha producido, publicado y difundido numerosas investigaciones sobre diversos temas de historia argentina reciente, a partir de su propio acervo y que han permitido además incrementar el patrimonio documental de la institución. Estas investigaciones, además, contribuyen al proceso de Memoria, Verdad y Justicia, así como a la reparación de las víctimas del accionar represivo ilegal del Estado.
También se han realizado numerosas muestras y contenidos gráficos y audiovisuales a partir del acervo del ANM, con el fin de promover los derechos humanos, destinados a diversos públicos y con una proyección de carácter federal.
En el año 2013, con motivo de los 10 años de la institución y los 30 años de la recuperación de la democracia, el ANM lanzó la Campaña Memoria es Futuro, con el objetivo de recibir donaciones particulares e institucionales de documentación referida a graves violaciones a los derechos humanos, preservarlas y ponerlas a la consulta. Dicha campaña fue relanzada en diciembre de 2020. Ese mismo año, se retomó el trabajo de articulación con los archivos provinciales que abordan la temática de derechos humanos (y en particular, lesa humanidad) a través de la convocatoria desde el ANM a la Red Federal de Archivos de la Memoria.
En la actualidad, y desde diciembre de 2019, el ANM se encuentra llevando adelante un proyecto de descripción normalizada de su acervo documental y de protocolización de todos los procesos involucrados, a los fines de adaptarse a la normativa internacional y buenas prácticas archivísticas y mejorar, en consecuencia, el acceso de toda la comunidad a la documentación que resguarda."
El Hospital Interzonal de Agudos Especializado en Pediatría “Sor María Ludovica”, conocido popularmente como el Hospital de Niños, es un centro de referencia pediátrica de mediana y alta complejidad en la provincia de Buenos Aires, Argentina, y también en países limítrofes, donde se desarrollan actividades de Asistencia y Cuidado, Docencia e Investigación, además de ser un ámbito de participación de la comunidad.
Fue fundado en 1889 e inaugurado en 1894. Su infraestructura inicial constaba de 2 Salas y 60 camas, en donde se desempeñaba un plantel asistencial formado por seis médicos y dos enfermeras, quienes brindaban servicios esenciales de atención. En 1908, María Ludovica (Antonina De Angelis), proveniente de San Gregorio, Italia, asumió la función de encargada de la despensa y la cocina de un incipiente hospital de atención pediátrica. Tras varios años de incansable tarea dentro de la institución, por sus dotes de servicio, previsión y capacidad de liderazgo, adoptó el rol de Administradora del “Hospital de Niños” en 1915 hasta el día de su muerte (25 de febrero de 1962). El 3 de octubre de 2004 fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en Roma. Sus restos descansan en la Catedral de la ciudad de La Plata.
Los primeros directores fueron: Dr. Ángel Arce Peñalva (1889-1906); Dr. Silvestre Oliva (1906-1912) y Dr. Carlos Cometto (1912-1930). Mientras que en clínica médica se destacaron los doctores Carlos Cometto, Alejando Oyuela, y Giordano Cavazzuti como médico infectólogo. El primer cirujano fue el Dr. Vicente Centurión.
En 1925, el Hospital pasó a depender del Ministerio de Salud de la Provincia. Junto con la asunción al cargo como Administradora de la Beata Sor María Ludovica, ello significó la ampliación edilicia de manera veloz, construyéndose otras seis nuevas salas, para brindar atención a más de 150 niños y otorgar un servicio de excelencia para la época.
Los avances edilicios continuaron al ritmo de la demanda social. Prueba de ello, es la ampliación y construcción del Centro Quirúrgico destinado al Servicio de Cirugía Cardiovascular y al Servicio Trasplante de Órganos Sólidos; además, la construcción del edificio de Calle 66 (Año 2008) que da acceso a Guardia Emergencias e incluye la Sala de Internación Abreviada, los Consultorios Externos, el Hospital de Día, las Salas de Internación intermedias; como también la construcción reciente del edificio sobre Calle 65 (Año 2019) que cuenta con un sector específico para el Servicio de Salud Mental, Salas de Terapias intermedias e intensivas con habitaciones totalmente equipadas.
Es sede de la Escuela Floreal Ferrara, la cual forma la 4ta Cohorte de Enfermeros Profesionales de la Provincia de Buenos Aires mediante la Tecnicatura Superior en Enfermería 2023/2026. También facilita capacitaciones y diplomaturas de formación continua para efectores de la salud y cuenta con diferentes convenios con la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata para la especialización y formación del personal de salud en diferentes áreas estratégicas.
Pertenece a la Región Sanitaria XI, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, y está ubicado en la ciudad de La Plata.
El Hospital Subzonal Especializado “Elina de la Serna" tiene su antecedente en el año 1924 con la creación de la Sociedad de Beneficencia, siendo su presidenta la Sra. Elina de la Serna de Montes de Oca. Nace con el nombre Casa del Niño de La Plata el 12 de agosto de 1927. En sus primeros pasos, la institución cumplía las funciones de recibir y atender a lactantes de uno a dos años de edad como internos -para el caso de madres enfermas- y externos -para hijos de madres trabajadoras-. Tenía treinta y cinco camas atendidas por profesionales médicos y de enfermería; contaba con sala de espera, dos salas de internación, ropería, consultorios, comedor, baños, cocina, gabinete para el personal y la Capilla Santa Teresita. Se mantenía económicamente con aportes de fondos provenientes de donaciones de familias, comerciantes e industriales platenses. Al inaugurarlo su fundadora especialmente expresó “…al siglo XX, como el siglo del Niño”. A medida que fueron pasando los años, los familiares que llevaban sus niños la llamaban “la Casa de rica comida y pañales limpios”. En homenaje a tal excepcional iniciativa se le impuso el nombre de su fundadora “Casa del Niño Elina de la Serna de Montes de Oca”.
En el año 1969 es categorizada como Establecimiento Asistencial y Sanitario de la Provincia de Buenos Aires denominándolo, Centro Asistencial Casa del Niño.
Es en al año 1972, que por Resolución Ministerial No 1631/72 registrada con el No 3518, es recategorizado como Hospital Subzonal Especializado «Elina de la Serna de Montes de Oca».
Desde 1980 al año 2000 funciona como Instituto de guarda de Menores. La Sociedad de Beneficencia dona el actual Inmueble, ubicado en Calle 8 N°483, para uso especifico de Hospital de niños. Y en al año 2000 se inaugura el Centro de Cuidados Diurnos y reapertura a la comunidad. Vacunación, control de niños y creación del servicio de odontología. En 2004 inaugura el Centro Regional de salud sexual y reproductiva y el Centro Educativo Terapéutico. En 2011 se crea la Unidad de Diagnostico y tratamiento de Adolescencia.
En 2015 se produce la creación de los Departamento de Recursos Humanos y Área de Administración.
Para el año 2016, se modifica la estructura con la creación de la Unidad de Diagnostico y Tratamiento de Salud Mental y Familia, Unidad de Diagnostico y Tratamiento de Desarrollo Infantil y Hospital de Día, manteniendo los ideales de creación apuntando a la apertura a la comunidad y la salud de Niños y adolescentes.
En 2019 se producen mejoras de infraestructura y remodelación de gran parte del Hospital: Fachada y marquesina de entrada. Nueva Guardia de mediana y baja complejidad. Sala de espera. Implementación de sistema de triage. Sala de espera y consultorios de vacunación. Sala de espera y consultorios de Servicio de Diagnóstico por Imágenes. Patio interno. Sala de espera y consultorio de Servicio de Odontología.
Para el año 2020, se produce la modificación Funcional – Adecuación de estructura para acompañar la vacunación pandemia COVID-19. Se adicionan los consultorios de Oftalmología, Cardiología y se suma el Área de Comunicación.
En 2021 se realiza la puesta en valor el ex comedor de la Casa del Niño, transformando el sector en uno de los puestos de Vacunación COVID-19 más importantes y reconocidos de la ciudad. Incorporación SAPS, continuando con el trabajo extramuros, se suma a las creaciones de los servicios de áreas programática.
En el año 2022, se crea el Área de Gestión del Conocimiento un sector para el control de gestión, con el objeto de desarrollar un tablero de control que sirva como herramienta de información e instrumento para el control de la gestión del Hospital. Se comenzó a generar una cultura organizacional del registro, entendiendo que es una herramienta fundamental para la mejora continua. Se incorpora la Residencia Elina a disposición de todos los futuros pediatras o profesionales de la salud, para reciban la formación continuada y actualizada que necesitan, y disfruten de unas condiciones laborales justas para el excelente desarrollo de su trabajo. Es la primera vez en la historia que se abre la Residencia en este Hospital.
Tuvo menciones especiales de los Dres. Aráoz Alfaro y Oliva, mención del Congreso Internacional del Niño y además de la Sociedad de las Naciones.
Finalmente en 2023, en el marco de gestión de infraestructura del Hospital Elina y el Derecho a la Salud, la Provincia de Buenos Aires invierte en infraestructura hospitalaria, para mejorar tanto la comodidad de las y los pacientes como las condiciones de trabajo del equipo de salud.
Marta nació en Atalaya, partido de Magdalena de la provincia de Buenos Aires. Desde pequeña vivió en la ciudad de La Plata, donde su familia se había radicado. Allí cursó sus estudios primarios y secundarios, se recibió de maestra y a los 20 años se casó con Domingo Roque Alconada Aramburú. Tuvo cinco hijos: Domingo Roque, María Marta, Juan José, Federico Francisco y María Florencia. Conocida simplemente como Marta Alconada , sufrió la desaparición de su hijo mayor Domingo Roque, secuestrado el 22 de diciembre de 1976 en el marco de un procedimiento de gran despliegue de Fuerzas Conjuntas del Ejército y la Policía en el domicilio ubicado en calle 32 N° 390 de La Plata. Quedó acreditado en el marco del Juicio Circuito Camps que permaneció detenido ilegalmente en la Brigada de Investigaciones de La Plata, en la Comisaría 5ta La Plata, la Guardia de infantería en 1 y 60 y La Cacha. Domingo era militante Montonero y fue responsable de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata, a la que había ingresado en 1970. Al momento de su secuestro sólo le faltaban cinco materias para graduarse. Trabajaba en el Juzgado en lo Penal N° 2 de la ciudad de La Plata. Domingo permanece desaparecido.
A partir de su secuestro de Domingo, Marta comenzó una lucha junto a su esposo y sus hijos. Fue una de las primeras integrantes de las Madres de Plaza de Mayo, asistió a las rondas de los jueves desde el comienzo y sufrió la cárcel en su misión.
Marta Alconada fue quien durante el mundial de fútbol de 1978 clamó frente a las cámaras de un periodista holandés que las Madres querían saber “algo de sus hijos, si tienen hambre, si tienen frío, si están enfermos, donde están”. En imágenes que recorrieron el mundo entero pidió a la prensa extranjera: “por favor hagan algo, por favor díganlo”. En una famosa imagen de archivo, Marta Moreira de Alconada Aramburú le dijo al periodista: “Ayúdennos, ustedes son nuestra última esperanza”.
Cuando el Papa Juan Pablo II visitó Brasil, viajó hasta allí para entrevistarse con él y pedirle ayuda en la búsqueda de los desaparecidos. Emprendió tareas de ayuda benéficas en los hospitales y en la obra del padre Carlos Cajade.
Activista de derechos humanos y ex detenida-desaparecida. Ana María fue militante de la Juventud Guevarista. El 13 de junio de 1977 fue secuestrada, con 16 años de edad y un embarazo de menos de tres meses, en la intersección de la avenida Corrientes y Juan B. Justo de la ciudad de Buenos Aires, por un grupo armado, que dependía del Ejército Argentino. Permaneció cautiva en el Centro Clandestino de Detención y Exterminio “Club Atlético” hasta su liberación el 30 de septiembre del mismo año. Una vez liberada, viajó a Brasil con su esposo, su hermana, que tenía su marido desaparecido, y el hijo de ellos, exiliándose luego en Suecia donde nació su hija.
Tras su secuestro, su madre Esther Ballestrino de Careaga, militante del Partido Revolucionario Febrerista (PRF) de Paraguay y exiliada en Argentina, fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo. Esther fue secuestrada el 8 de diciembre de 1977 en la iglesia de la Santa Cruz, en Capital Federal, junto con otras 11 personas que incluían a otras madres fundadoras, familiares de detenidos-desaparecidos y dos monjas francesas. El grupo fue llevado al Centro Clandestino de Detención que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y luego asesinado en los “vuelos de la muerte”. Su cadáver había sido encontrado junto a otros cuerpos, el 20 de diciembre de 1977 en la zona balnearia de la provincia de Buenos Aires y enterrados en las fosas NN del cementerio de General Lavalle de la provincia de Buenos Aires. En 2003 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó sus restos.
Ana María es licenciada en Psicología, psicoanalista, egresada de la UBA con Diploma de Honor. Es docente de la Cátedra Psicoanálisis Freud I en la Facultad de Psicología de la UBA, donde coordina el programa de Investigación y atención en Psicoanálisis y DDHH. También es docente en la Universidad Atlántida Argentina, donde integra el Instituto de Derechos Humanos, la Cátedra Chicha Mariani y dirige una investigación sobre los desaparecidos en el partido de La Costa. Es doctoranda en Psicología y tiene una importante producción de artículos sobre Derechos Humanos en diarios, revistas y libros en el país y en el extranjero, entre ellos, dirigió la revista Espacios para la Memoria, por la Verdad y la Justicia..
Fue secretaria de Derechos Humanos de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y Directora Ejecutiva del Instituto Espacio para la Memoria (IEM).
En su doble condición de sobreviviente y profesional, declaró como querellante y testigo de concepto en distintos procesos judiciales en el país y en el exterior.
Recibió la máxima distinción de la Universidad Nacional de Cuyo, el título de Doctora Honoris Causa con mención especial al mérito académico-científico.
Desde el 2017 conduce el programa “Ahora y Siempre”, por Radio Caput.