Noemí nació en la ciudad de La Plata, sus padres eran italianos y venía de una familia apasionada por el arte y la música. Desde chica se inclinó por la danza, la ópera y la pintura, estudió en el Liceo y en Bellas Artes y se recibió de profesora. Se dedicó al dibujo técnico y fue docente en escuelas industriales de La Plata y en el Astillero Río Santiago. En 1952 se casó con Rubén Ogando y tuvo dos hijos, Gustavo y Liliana. A Gustavo lo asesinaron las fuerzas conjuntas el 13 de mayo de 1977 cuando tenía 23 años, estaba casado con María Victoria Navajas Jáuregui, quien también fue desaparecida. Al no tener noticias, Noemí comenzó la búsqueda junto a su familia, mostrando sus fotos en los negocios de distintas localidades del conurbano. Un año y medio más tarde, en diciembre de 1978, en un almacén de Lomas de Zamora, dieron con vecinos que los reconocieron y pudieron dar testimonio de lo que había sucedido.
En el año 1978 Noemí se incorporó a Madres de Plaza de Mayo, del que fue parte hasta sus últimos días. Nunca recuperó el cuerpo de su hijo.
Gustavo Ogando nació en La Plata. Creció en una familia de clase media conformada por su padre, Ruben Tomás Ogando, docente y profesor de dibujo en diferentes escuelas; su madre, Noemí Gibello, también docente y profesora de dibujo de varias escuelas; y su hermana Liliana, dos años mas chica que él. Los estudios tanto primarios como secundarios fueron en colegios del Estado. La escuela primaria la cursó en la Escuela Anexa y la secundaria en el Colegio Nacional de la ciudad de La Plata. Deportista, jugó muchos años al voley en el club Gimnasia de La Plata y le gustaba mucho jugar al fútbol. De chico siempre fue muy protector, solidario, compañero y muy buen amigo. Siempre involucrado en solucionar los problemas de los demás para que pudieran estar mejor, en la salud, sentimientos y económicamente. Eso se fue profundizando cada vez más con las diferentes situaciones sociales vividas en esa época. Las experiencias durante los viajes que realizó lo impulsaron a querer involucrarse en política en forma directa. Comenzó entonces su militancia más activa cuando terminó el secundario e ingresó a la Facultad de Medicina en la ciudad de La Plata en el año 1973. Cursó medicina hasta tercer año mientras militaba en el PRT -ERP (Partido Revolucionario del Pueblo). En marzo de 1976 se casó con María Victoria Navajas Jauregui, quien fue su novia desde los 17 años. Ella también estudiaba Medicina y militaba en la misma agrupación. En junio de 1976 allanaron el departamento donde vivían en La Plata sin ser encontrados. Ante los hechos se fueron de la ciudad. Los encuentros con la familia se lograban a partir de llamados, generando citas por Buenos Aires, sin que la familia supiera dónde vivían realmente. En mayo de 1977, su madre tenía que encontrarse con ellos y no aparecieron. La familia esperó recibir alguna noticia sin suerte. Es a partir de ese momento que empezaron su búsqueda. Realizaron varias presentaciones de Hábeas corpus, siempre rechazados. Desde entonces la madre de Gustavo comenzó a reunirse con otras madres que estaban viviendo la misma situación y acudió a varias reuniones, integrada a Madres de Plaza de Mayo. En ese tiempo la familia realizó varios trámites esperando siempre que alguien les diera alguna noticia. En diciembre de 1978, a partir del cruce de datos que Gustavo había comentado sobre donde vivía, y mostrando la foto de ambos, Noemí y Liliana lograron identificar su departamento ubicado en Lomas de Zamora. Algunos vecinos les contaron que habían ido a buscarlos fuerzas conjuntas y que hubo muchos gases y tiros. Segúne estos testimonios, a María Victoria la sacaron del lugar herida y a Gustavo, muerto. Nadie notificó a la familia y tampoco lograron recuperar su cuerpo. Por personas que estuvieron detenidas-desaparecidas en el CCDyE "La Cacha", supieron que María Victoria estuvo allí en septiembre de 1977. Después no tuvieron más noticias. Su madre siguió reclamando por Gustavo, yendo a diferentes presentaciones y a la Plaza hasta que falleció en febrero de 2021.
En 1982, Guillermo era un un joven estudiante de la Facultad de Bellas Artes. El 19 de noviembre de 1982, se encontraba en el acto con motivo del Centenario de la Ciudad de La Plata al que asistió el dictador Reynaldo Bignone, y fotografió, sin saber quiénes eran esas mujeres, a las Madres de Plaza de Mayo en el instante que transformaron un acto oficial del gobierno militar en una denuncia contra las violaciones a los Derechos Humanos.
Marta nació en Atalaya, partido de Magdalena de la provincia de Buenos Aires. Desde pequeña vivió en la ciudad de La Plata, donde su familia se había radicado. Allí cursó sus estudios primarios y secundarios, se recibió de maestra y a los 20 años se casó con Domingo Roque Alconada Aramburú. Tuvo cinco hijos: Domingo Roque, María Marta, Juan José, Federico Francisco y María Florencia. Conocida simplemente como Marta Alconada , sufrió la desaparición de su hijo mayor Domingo Roque, secuestrado el 22 de diciembre de 1976 en el marco de un procedimiento de gran despliegue de Fuerzas Conjuntas del Ejército y la Policía en el domicilio ubicado en calle 32 N° 390 de La Plata. Quedó acreditado en el marco del Juicio Circuito Camps que permaneció detenido ilegalmente en la Brigada de Investigaciones de La Plata, en la Comisaría 5ta La Plata, la Guardia de infantería en 1 y 60 y La Cacha. Domingo era militante Montonero y fue responsable de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata, a la que había ingresado en 1970. Al momento de su secuestro sólo le faltaban cinco materias para graduarse. Trabajaba en el Juzgado en lo Penal N° 2 de la ciudad de La Plata. Domingo permanece desaparecido.
A partir de su secuestro de Domingo, Marta comenzó una lucha junto a su esposo y sus hijos. Fue una de las primeras integrantes de las Madres de Plaza de Mayo, asistió a las rondas de los jueves desde el comienzo y sufrió la cárcel en su misión.
Marta Alconada fue quien durante el mundial de fútbol de 1978 clamó frente a las cámaras de un periodista holandés que las Madres querían saber “algo de sus hijos, si tienen hambre, si tienen frío, si están enfermos, donde están”. En imágenes que recorrieron el mundo entero pidió a la prensa extranjera: “por favor hagan algo, por favor díganlo”. En una famosa imagen de archivo, Marta Moreira de Alconada Aramburú le dijo al periodista: “Ayúdennos, ustedes son nuestra última esperanza”.
Cuando el Papa Juan Pablo II visitó Brasil, viajó hasta allí para entrevistarse con él y pedirle ayuda en la búsqueda de los desaparecidos. Emprendió tareas de ayuda benéficas en los hospitales y en la obra del padre Carlos Cajade.
Activista de derechos humanos y ex detenida-desaparecida. Ana María fue militante de la Juventud Guevarista. El 13 de junio de 1977 fue secuestrada, con 16 años de edad y un embarazo de menos de tres meses, en la intersección de la avenida Corrientes y Juan B. Justo de la ciudad de Buenos Aires, por un grupo armado, que dependía del Ejército Argentino. Permaneció cautiva en el Centro Clandestino de Detención y Exterminio “Club Atlético” hasta su liberación el 30 de septiembre del mismo año. Una vez liberada, viajó a Brasil con su esposo, su hermana, que tenía su marido desaparecido, y el hijo de ellos, exiliándose luego en Suecia donde nació su hija.
Tras su secuestro, su madre Esther Ballestrino de Careaga, militante del Partido Revolucionario Febrerista (PRF) de Paraguay y exiliada en Argentina, fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo. Esther fue secuestrada el 8 de diciembre de 1977 en la iglesia de la Santa Cruz, en Capital Federal, junto con otras 11 personas que incluían a otras madres fundadoras, familiares de detenidos-desaparecidos y dos monjas francesas. El grupo fue llevado al Centro Clandestino de Detención que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y luego asesinado en los “vuelos de la muerte”. Su cadáver había sido encontrado junto a otros cuerpos, el 20 de diciembre de 1977 en la zona balnearia de la provincia de Buenos Aires y enterrados en las fosas NN del cementerio de General Lavalle de la provincia de Buenos Aires. En 2003 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó sus restos.
Ana María es licenciada en Psicología, psicoanalista, egresada de la UBA con Diploma de Honor. Es docente de la Cátedra Psicoanálisis Freud I en la Facultad de Psicología de la UBA, donde coordina el programa de Investigación y atención en Psicoanálisis y DDHH. También es docente en la Universidad Atlántida Argentina, donde integra el Instituto de Derechos Humanos, la Cátedra Chicha Mariani y dirige una investigación sobre los desaparecidos en el partido de La Costa. Es doctoranda en Psicología y tiene una importante producción de artículos sobre Derechos Humanos en diarios, revistas y libros en el país y en el extranjero, entre ellos, dirigió la revista Espacios para la Memoria, por la Verdad y la Justicia..
Fue secretaria de Derechos Humanos de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y Directora Ejecutiva del Instituto Espacio para la Memoria (IEM).
En su doble condición de sobreviviente y profesional, declaró como querellante y testigo de concepto en distintos procesos judiciales en el país y en el exterior.
Recibió la máxima distinción de la Universidad Nacional de Cuyo, el título de Doctora Honoris Causa con mención especial al mérito académico-científico.
Desde el 2017 conduce el programa “Ahora y Siempre”, por Radio Caput.
Celina nació en la ciudad de La Plata. Artista plástica y docente, es hija de Celina Lacay, docente e historiadora, y de Ramón Torres Molina, abogado y politólogo, ambos presos políticos de la última dictadura cívico-militar, lo que la llevó a una infancia sin la presencia de sus padres.
Estudiante de Bellas Artes en la Universidad Nacional de La Plata, en 2011 presentó su licenciatura en Cerámica releyendo las cartas y los textos de su mamá con el fin de trabajar desde lo artístico el archivo familiar en su tesis de grado.
En el año 2020 publica el libro "Los Cercos", texto póstumo de su madre, y la muestra itinerante "Ellas Saben", conformada por obras de cerámica de técnica mixta que rescata textos, poesía y cartas de su madre y de sus compañeras de cautiverio en la cárcel de Villa Devoto entre los años 1976 y 1981.
Celina es profesora en la carrera de Artes Visuales de la Facultad de Artes de la UNLP y en el Escuela Municipal “Las Algarrobas” en Arturo Seguí.
Stella Calloni nació en el Departamento de La Paz, provincia de Entre Ríos, República Argentina. Cursó sus primeros estudios en su provincia y luego se trasladó a Buenos Aires para completar su formación. Participó en los años 60 junto a Zelmar Michelini, Gregorio Selser, Marcelo Quiroga Santa Cruz y una serie de periodistas e intelectuales de la región en el proyecto del Movimiento de Unidad Latinoamericana. Realizó su primera cobertura periodística internacional durante las elecciones chilenas de 1970. Durante la dictadura cívico-militar que gobernó Argentina desde 1976 a 1983 se exilió en México y Panamá. En México fue Investigadora del Consejo Nacional de Cultura para los Trabajadores, y guionista de documentales sobre temáticas sociales en ese país y Centroamérica. Trabajó como editora de la revista Formato Dieciséis y como guionista del Grupo Experimental de Cine Universitario de la Universidad de Panamá. De regreso en Argentina en 1993 dictó seminarios de política exterior en la Universidad Nacional de la Plata y en otras universidades del país.
Trabajó en diversos medios de prensa de América Latina. Colaboró en revistas de Estados Unidos, Francia e Italia. Fue corresponsal en zonas de conflicto y de guerra de liberación Centroamericanas y en el norte de África. Ha publicado varios libros, entre ellos: El hombre que fue yacaré (cuentos), finalista en Casa de las Américas en 1992; Los Años del Lobo. Operación Cóndor (con más de cinco ediciones agotadas); América Latina siglo XXI. Recolonización o independencia; Mujeres de fuego. Historias de amor, arte y militancia. Varios de sus poemas fueron traducidos al inglés. ha entrevistado a distintos Jefes de Estado, como Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Luiz Inácio Lula da Silva, Rafael Correa, Daniel Ortega, Salvador Allende, Omar Torrijos, James Carter, Yaser Arafat, Muamar Khadafi y Felipe González, entre otros. Sus libros Los años del lobo: la Operación Cóndor (1999) y Operación Cóndor, pacto criminal (2006) reúnen parte de sus investigaciones sobre la operación conocida como "Plan Cóndor". Coordinó y escribió junto a dos jóvenes colaboradores, Operación Cóndor 40 años fue publicado después por el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos de Argentina Categoría II UNESCO.Recibió premios y reconocimientos entre ellos, el Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí, el Premio Escuela de Periodismo TEA, la Distinción "Félix Elmuza" de la Unión de Periodistas de Cuba, la Orden de la Independencia Cultural "Rubén Darío", el Premio "Rodolfo Walsh" de la Universidad Nacional de La Plata y el Latinoamericano de Periodismo de la Federación de periodistas Latinaomericanos (FELAP). Ha sido Personalidad destacada en el ámbito de los Derechos Humanos por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y Embajadora Cultural Entrerriana ad honorem por disposición del Gobierno de la provincia de Entre Ríos.
Manuel Félix Gallardo, vivió en Berazategui hacia la década del ’60, al lado de lo que era el Club Libertad. Ex policía, exonerado por su militancia, integró la Resistencia Peronista luego del golpe de Estado de 1955. Estaba recién salido de su tercer arresto por acciones militantes en la mencionada resistencia, cuando a otros tres jóvenes, tuvieron la iniciativa de generar una acción de resistencia conocida popularmente como “el robo del sable de San Martín”, el 12 de agosto de 1963. Cuenta Manuel que “El objetivo era mostrar que el peronismo seguía activo pese a todo. Las consignas eran el retorno de Perón; la devolución del cadáver de Evita, juicio y castigo a los fusiladores de León Suarez, desvinculación del FMI, anulación de los contratos petroleros y con los trust eléctricos. El sable estaba en el Museo Histórico Nacional. Nos juntamos en Constitución fuimos en un auto, estaba cerrado. Le dijimos al que cuidaba el lugar que éramos estudiantes tucumanos y no nos queríamos volver sin ver el sable y el museo. Entramos, retuvimos al guardia. Yo y otro compañero hoy desaparecido al que le decían el francés nos hacemos cargo de sacar el sable y llevárnoslo. Fue muy sencillo. Duró, como muchos, tres minutos (…). Después nos fuimos a ATE donde militaba en esa época. (…) Más tarde cuando íbamos a tomar una radio para interferirla y dar nuestra versión, nos detuvo la Policía.”
En un rápido comunicado que hicieron circular se adjudicaron el robo y exigían la libertad de los presos políticos y el derecho del pueblo a ejercer su voluntad, además de garantizar al pueblo que cuidarían el venerado sable usado en los combates de San Lorenzo y Maipú: “El pueblo no debe albergar ninguna preocupación: el corvo de San Martín será cuidado como si fuera el corazón de nuestra madre; Dios quiera que pronto podamos reintegrarlo a su merecido descanso”.
Manuel fue detenido a los pocos días y salvajemente torturado. Cansado de la tortura y los golpes, decide adjudicarse el delito otorgándole nombres falsos a sus cómplices. Luego fue trasladado a la Unidad Penal N° 9 de La Plata. El sable fue entregado, por el ex capitán Phillipeaux, en las manos del General Lanusse quién a su vez se lo dio al General Juan Carlos Onganía, por entonces jefe del Ejército. Militares ambos que llegarían a gobernar el país en condición de dictadores.
Militante desde la Resistencia Peronista hasta sus últimos días, fue preso político de todos los gobiernos entre 1955 y 1972.
Susana nació y creció en la localidad de Sierras Bayas como única hija de Omar Benini y Orieta Ragonesse. Estudió en la Escuela de Servicio Social de Olavarría, y fue en esos años donde inició su militancia en la Juventud Peronista y estudiante de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires en donde militó en la Juventud Universitaria Peronista.
Fue secuestrada en su domicilio de la calle General Paz 1865 en los primeros días del mes de enero de 1978, y conducida en un camión del Ejército hasta el Regimiento de Tiradores de Caballería Blindada 2, para luego ser trasladadas desde allí al CCDyE La Huerta de Tandil, en el baúl de un automóvil. En el referido CCDyE permaneció aproximadamente un mes en condiciones inhumanas de detención, siendo sometida a interrogatorios y tormentos en razón de su militancia política. El 10 de febrero de ese mismo año, previo paso momentáneo por la comisaría 1° de Tandil, fue alojada en la Unidad Penal 7 de Azul anotada a disposición del Área 123 y en el mes de mayo trasladada a la Compañía de Intendencia nro. 101 de la Capital Federal, donde fue condenada por el Consejo de Guerra Especial Estable 1/1 a las penas de 12 años de prisión. Finalmente, el 10 de julio de 1978 fue alojada en la Unidad 21 de Ezeiza desde donde Susana recuperó su libertad el 10 de enero de 1982, una vez cumplidas la pena impuesta. De regreso a Olavarría, transcurrió sus días en internaciones psiquiátricas recurrentes hasta su fallecimiento. Sus cenizas descansan en el Parque de la Memoria local.
Su caso fue juzgado en el marco de la “Causa Monte Peloni II”. En ese juicio se investigaron los crímenes cometidos contra veintinueve víctimas en la Subzona 12 –que comprendía los partidos de Tandil, Las Flores y Olavarría, entre otros-. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata condenó a trece acusados por secuestros, torturas y desapariciones –en algunos casos también por homicidios, violación y robo-, mientras que otros diez resultaron absueltos por el beneficio de la duda o por falta de acusación. Entre los condenados se encuentran Oscar José Bardelli, integrante de la Subzona 12; Roberto Jorge Casares, Eduardo Héctor Bernadou, Osvaldo Miguel Guarnaccia, de las áreas 121 y 124; y el ex comisario Argentino Alberto Balquinta, todos ellos condenados a prisión perpetua, en línea con el pedido realizado por el Ministerio Público Fiscal. En total las víctimas fueron 29.
Estudió fotografía en IMDAFTA, ex EDAF. Es Licenciado en Enseñanzas de las Artes Audiovisuales de la Universidad Nacional de San Martín. Complementa su formación con el curso intensivo Uso del Archivo Fotográfico en la Investigación Social, dictado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Su obra explora los conceptos de historia y memoria, los cuales se articulan con su vida personal, su familia y su barrio Monte Chingolo. Obtuvo la Primera Mención del Premio Estímulo Francisco Ayerza, organizado por la Academia Nacional de Bellas Artes, y algunas de sus fotografías forman parte del Patrimonio IILA - Instituto Internacional Ítalo-Latino Americano, Roma, Italia.
En 2015 y de manera ininterrumpida comienza a brindar talleres gratuitos de fotografía a la comunidad de Avellaneda y desde 2018 se desempeña como docente en la escuela de fotografía de la misma ciudad.
En 2020, al cumplirse 45 años de la batalla de Monte Chingolo, Yulian realizó una intervención fotográfica en las calles de su barrio y en los paredones del ex Batallón 601 Cnel. Domingo Viejobueno. El señalamiento en el territorio evidenció viejas disputas que nuestra historia aún no logra saldar. La muestra duró tan solo dos días antes de ser destruida en su totalidad.
En 2021, el registro fotográfico de esta intervención, junto con una investigación histórica en torno al intento de copamiento al Batallón ocurrido el 23 de diciembre de 1975, se materializó en el primer libro publicado por el autor titulado “Las Batallas de Monte Chingolo” (BEX, Fotografía Latinoamericana).